lunes, 13 de abril de 2015

romance primaveral




romance primaveral

Achísssssssssssss!!!!! Con esta tradicional onomatopeya comienza cada año mi truculenta historia de amor con la primavera. Los últimos coletazos del invierno, los días que se alargan y una mínima subida de las temperaturas en el eje pirenaico me convierten en la loca de las "chaquetillas". Sí, hace frío, estamos de acuerdo, pero yo me emociono y me pongo cuatro "pingos" floreados y coloridos y, pueden estar cayendo chuzos de punta, que me resbalan por completo. Yo ya quiero sol!!!

Achísss!!!... y vuelvo a estornudar... y me culpo por ser tan irresponsable de abandonar la pana y la lana antes del 40 de mayo por que a la sabiduría popular nunca hay que llevarle la contraria, ya lo decía mi abuela.

Y tras los estornudos, viene el moqueo y el picor de ojos. Empiezo a sospechar, Holmes a mi lado es un mindundi. Sumo dos y dos son cuatro, relaciono los personajes, analizo la situación, encuentro la fecha exacta y el lugar de los hechos y soluciono el caso sentenciando: es alergia!


¿Por qué me culpo de ir/ser un poco fresca, si mi instinto me dice que es primavera? Es primavera! Mi cuerpo no se constipa, se revoluciona, lo cual es mucho más poético y conciliador.

He de reconocer que me pesa la opinión popular que otorga a la primavera la corona de reina de las estaciones. Pero si me sincero, y va a ser hoy el caso, no me gustan estas fechas, enfermo de alergia, lo paso mal un mes (que además no termina de ser estable atmosféricamente) y no sé si me compensa la belleza del resurgir de la vegetación... ya lo he dicho!!! Me quito un peso de encima!

A mí me gusta el calor, y tras el gélido invierno, me vale cualquier cosa con tener más grados, ponerme falda sin neopreno debajo y quitarme la bata de "güatiné", me basta. Pero es el sol y el calorcito lo que me motiva. Y cuanto antes mejor. Así que me voy a la pelu y les exijo un peinado a la altura de las circunstancias, lo más primaveral y alegre posible: el resultado es sospechosamente teatral y me confirma, de nuevo, que a la profesional del corte no le caigo excesivamente bien… pero me veo muy mona y original y salgo a pasear mi look por los caminos pirenaicos. Error! El tono del tinte y la frescura de los rizos atraen a todos los seres vivos menos a los racionales. Tal es así, que acabo remojando mis suelas humeantes en el río después de correr delante de cabras, vacas y caballos que, como al flautista de Hamelín,  siguieron mis pasos hipnotizados. Me relajo y refresco, pero el calor aún es precario y… Achísss!!! Nuevo veredicto: gripe!

  

Para no sufrir las inclemencias del cambio, este año fabrico mi propio vestuario, sin la estacionalidad del Corte Inglés. Quiero un look de "entretiempo" perdido en el recuerdo, que mi citada abuela no tenía fondo de armario como para cuatro estaciones ni economía para peluquerías, y aún así envidio su estilo vintage. Quiero “chaquetillas” de todos los colores, camisetas neutras para mezclar y una falda que exprese como me siento… Vuelve, calorcico, que estoy que me salgo del tiesto!

(artículo publicado por La Ñiña Lunares en la revista digital Blogirls 2.0 Magazine)

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2 comentarios:

  1. juajuajau!!!! majas me encanta la primera foto!!!! esas ideas verdes y rizadas!!!! jejjej!!! gracias por ponerle un punto de locura a la vida!!!

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  2. Nos encanta que te encante nuestra locura! Gracias Mariona.

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Agradecemos todo tipo de comentarios vertidos con buena fé. Si son con mala... bota, rebota y en tu culo explota.

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