curso de serigrafía. 2ª parte

una segunda parte que sí fue buena

Como ya os contamos, tuvimos la ocasión de regresar a Print Workers para poner color a nuestras ilustraciones. Todos los conocimientos adquiridos en el curso anterior nos supieron a poco, queríamos saber más, y más y más. Llenarnos de colores, mezclarlos, mancharnos las manos, descubrir secretos que parecían estar esperándonos. Volver al taller y empaparnos de conocimientos, trabajar artesanalmente para dar vida a las ideas que revolotean en nuestra imaginación. Ya no hay límites!!! Notamos cómo empiezan a crecer nuestras alas. 

Ahora desde la distancia en el tiempo sabemos que estamos preparadas. Atornillamos mesas y bisagras, la broca está que echa humo como nuestros amados consortes, a los que agradecemos infinitamente su paciencia y sus destornilladores. Miramos las pantallas blancas con ansia y amor, esperando que con el milagro de la "insolación" se revelen en ellas mágicas lineas en las que se adivinan nuestros anhelos y deseos. Ahora el trabajo es el doble pero absolutamente nuestro, nos sentimos autosuficientes y nuestras creaciones serán partos naturales y completos, sin epidurales de imprentas ni esperas con oxitocina.

No queremos cerrar este post sin nombrar a Jan Barceló, un joven ilustrador y profesional serigrafiador que fue nuestro profesor en este último curso. Sus interesantes trabajos y su editorial de impresión y encuadernación artesanal de libros, Queixal Edicions, merecen nuestro respeto y profunda admiración por manejar tantas disciplinas artísticas y hacerlo tan bien. 

Gracias a todos los involucrados, voluntarios y forzados, por compartir y poner en marcha este sueño!!!